miércoles, 19 de octubre de 2011

Cronicas de una Jonovata. Relato del concierto de Nick Jonas en mis propias palabras.


Podría hablar de muchas cosas relacionadas a mi país. Como la victoria de la selección venezolana de Futbol frente a la “Inderrotable” selección argentina (¡¡¡VIVA LA VINOTINTO!!! ¡Mejor suerte para la próxima Leo!) O del triunfo de la joven Irene Esser (Miss Sucre 2011) como la nueva soberana de la belleza en Venezuela (¡¡¡Felicidades Irene!!!).

Pero en esta ocasión hablaré de otra cosa, de la visita de un extranjero que llegó a estos lares en busca de la tan anhelada tierra prometida el día 8 de octubre del 2011 (4 días antes del 12 de Octubre ¿Coincidencia?). El protagonista de nuestra historia, Nick Jonas (de la famosa banda adolescente The Jonas Brothers, ¡¡¡duh!!!) y su banda The Administration (Que nada tiene que ver con una conserjería, el niño apunta a objetivos superiores, la Casa Blanca) provenían de las tierras del norte (¡¡¡El imperio mesmo!!!) para encontrarse cara a cara (face to face) con una especie exótica y altamente peligrosa, mejor conocida como “La fanática adolescente histerigofrenica” (Prepubertus femeninus histericus) también conocida como “La fan enamorada”, “la loca perdida” o en este caso en particular, la “Jonatica” (fans de los Jonas Brothers) como se denominan entre ellas.


Los nombres de estas (O estos) varían según la tribu a la que pertenecen, que es principalmente determinada por el objeto de culto, hay una amplia variedad de aldeas, entre las más destacadas podemos mencionar a las “Beliebers” (Seguidores de Justin Bieber) las más peligrosa y letales de estos especímenes y enemigas naturales de las Jonaticas (Que tampoco deben ser menospreciadas porque cuando se les provoca resultan letales), los “Little Monsters” (Seguidores de Lady Gaga) Los animales más exóticos y extraños de este ecosistema urbano, Los “Potterianos” (Seguidores de Harry Potter) los más evolucionados entre los que se encuentra su servidora (¡Modestia aparte!) que muchas veces son catalogados de “nerds” o “fenómenos” y los “Twilighters” (Seguidores de Twilight) Los malentendidos y marginados de estos “grupos sociales”.

Podríamos hablar de las diferentes clases de “Fanolescentes”. La lista sería interminable (Los “Gleeks”, Las “Niñas bonitas”, L@s “Martiner@s”, Las “Rushers”, Los “Spearadictos” etc.) Pero hoy nuestro enfoque esta en las Jonaticas y su anhelado encuentro con su “Idolo”, el día ya antes mencionado en el estacionamiento del CCCT, el lugar elegido para esta reunión entre el artista y sus seguidores (disculpen la cursilería de la frase anterior).

Al llegar al sitio nos encontramos con que definitivamente la Jonatica no es una especie en peligro de extinción. Se podía apreciar una fila inmensa de chicas y uno que otro chico. Algunos venían de chaperones de sus hermanitas, novias, resuelves y/o afines, y otros eran fanáticos de la música de Jonas, también habían otros que venían por las dos cosas, artista y obra (¿Y quiénes somos nosotros para juzgar en este “Mercado de Dios”?). Observando a la gente en la cola, se puede apreciar que la Jonatica es una fanaticada muy diversa, habían chicas de todas las edades y tamaños, unas más pequeñas y otras más grandecitas (Eso sí, ninguna pasaba de los 25 años). Algo que hay que destacar es la fidelidad de estas muchachas, la mayoría de ellas venían desde recónditos lugares (el interior del país) sólo para ver al protagonista de sus fantasías (Que dependiendo de qué tan mayores eran, los sueños serian “Aptos para todo público” o necesitarían de la “Supervisión de un adulto o representante”).

Después de esperar en línea por dos horas en las que las condiciones del tiempo arruinaron mi cabello (Si alguien de Evenpro está leyendo esto, me deben 80 Bsf de peluquería) finalmente los organizadores empezaron a arrear a la horda furibunda de admiradores que a pesar de todo entraron de forma ordenada al lugar del concierto. Mientras la multitud se preparaba para recibir a su American Idol, Evenpro coloco en pantallas gigantes publicidad de sus próximos conciertos. Hubo un momento de tensión cuando pasaron una propaganda del concierto de Justin Bieber que tendría lugar unas semanas después, como rivales de las Beliebers que se respeten, las Jonaticas empezaron a abuchear y a gritar comentarios negativos dirigidos al cantante canadiense. No sé si fue por el simple hecho de llevar la contraria pero en un momento de valentía (o de estupidez extrema) me puse a gritarles algo así como: “¡Dejen la mariquera! ¡Ustedes saben que están locas por ir a ese concierto!” Unas cuantas muchachas me miraron con odio y en ese breve instante temí por mi vida, afortunadamente después decidieron ignorarme y volvieron a mirar al escenario.

Una hora después los teloneros que acompañaron a Jonas durante toda su gira por Suramérica comenzaron a tocar, una banda llamada “Ocean Grove” (Si no los conocen no sé preocupen, yo no tenía ni idea de qué carrizo iban a cantar). La banda me sorprendió gratamente, y entre referencias a nuestra selección de futbol (¡Viva la Vinotinto!) y saludos a la audiencia en un español machucado (¡Hola Venezuela!), tocaron un repertorio alegre y movidito. Como una venezolana que a pesar de todo ama a su terruño, me molestó el hecho de que no hubiera telonero nacional, pero estos muchachos no lo hicieron nada mal.

Ocean Grove terminó su set, y media hora después. Como caído del cielo hacia la terraza del CCCT apareció Nick Jonas con su banda The Administration y la histeria colectiva se regó como una epidemia de gripe durante esta época de lluvias.

Entre gritos ligeramente agudos y llantos incontrolables (Algo normal en este tipo de eventos), Nick deleitó a sus fans con un repertorio que incluyó temas de su álbum solista “Who I am” (Que recomiendo a quien tenga curiosidad por saber qué tipo de música hace este chico) y las canciones que lo hicieron famoso junto a sus hermanos interpretadas de manera muy diferente a la versión original. Entre ellas cabe destacar una versión “Salseada” (Que en realidad sonaba como un mambo) del tema SOS en la que Jonas demuestra su habilidad con los instrumentos de percusión. También interpretó covers de artistas como Los Beatles, Adele y Bruno Mars. Esto nos dio una idea de quienes son sus influencias musicales. Hasta tuvo la oportunidad de hacerle publicidad a su hermano Joe cantando “Just in love with you” que forma parte del álbum solista del hermano “sándwich” de los Jonas.


Cuando el concierto parecía haber terminado y ya Nick Jonas y su banda salieron del escenario, sus fans, no satisfechas con el show de hora y media empezaron a gritar a todo pulmón: “¡Otra, Otra!” Una y OTRA vez. Después de hacerse rogar por unos segundos. Nick salió al escenario de nuevo con sus músicos para tocar los temas “Stay” (Que por las caras de confusión de muchas no era un tema muy conocido por las fans) y cerró la noche con el tema que se ha convertido en el himno de sus admiradoras: “Who I am”, curiosamente en ese instante los papeles se cambiaron cuando las antes mencionadas protagonizaron uno de los momentos más emotivos de la noche. En un gesto de lealtad y solidaridad con Nick, la multitud empezó a levantar pancartas en las que se leía la palabra “Jonatica” escrita de diferentes maneras y estilos. La consigna era algo así como: “Millones de fanáticas, un mensaje universal: ¡Por siempre Jonaticas!”. (Me hubiera emocionado más si no fuera porque las pancartas, aunque eran muy bonitas y coloridas, obstruían la vista para las “Fans amateurs” que sólo estábamos allí para ver el concierto).

Para concluir mi “resumen” de esta experiencia me gustaría decir que mientras salía de la terraza del CCCT en una avalancha de niñas moqueando con una sonrisa de oreja a oreja, salí con un renovado respeto hacia Jonas. El chico es un músico talentoso (Cosa que no se puede decir de muchos talentos juveniles del pasado y del presente) y sumamente carismático, si decide postularse como presidente de su país como lo ha dicho reiteradamente en algunas entrevistas no me extrañaría que ganara, tiene el magnetismo de Barack Obama y el sex appeal de los Kennedy (esperemos que no termine tan mal como ellos). Y la labor benéfica que está haciendo a favor de la Diabetes es increíble. Muchas niñas en el público cargaban con orgullo franelas que decían: “Tengo Diabetes” como una forma de compartir su historia y mostrar un vinculo con el artista que padece de esta enfermedad. La Diabetes ya no es una enfermedad excluyente, los que la padecen han creado una red de apoyo los unos con los otros y creo que le tenemos que agradecer a Nick Jonas por esto.

Pero sobretodo me fui con una muy buena impresión de las “Jonaticas” y de su fidelidad hacia todo lo que tenga que ver con los Jonas Brothers (Especialmente con Nick). En una entrevista a los hermanos en el 2009, la reportera Barbara Walters les preguntó que si ellos pensaban que tendrían un éxito duradero porque la mayoría de los “Teen Idols” que causaron furor (New Kids on the Block, Backstreet Boys, Nsync, etc.) tuvieron su “momento fugaz” y después no se volvió a saber nada de ellos y añadió que nadie puede ser popular para siempre (¡Tan simpática la señora!) Fue precisamente Nick el que le respondió con esta joya: “No sabemos lo que el futuro nos depara, lo que sí sabemos es que nuestr@s fan son increíbles y estarán con nosotros para siempre (…) Eso no suele suceder pero est@s fans son diferentes, estamos creciendo juntos y ell@s saben que son muy importantes para nosotros y que nos preocupamos mucho por ell@s. Esperemos que esa lealtad sea reciproca.”

Al parecer usted tenía razón Señor Jonas.

Y en esta onda “Jonatica” se despide de ustedes atentamente hasta una próxima entrega.

Talula Tulsa



Foto cortesia de Evenpro.

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